El maestro

Hace 26 años fallecía el Dr. Juan Carlos Pugliese, dirigente durante décadas de la Unión Civica Radical. Había nacido en Tandil en 1915, ciudad donde vivió hasta su fallecimiento. A lo largo de su carrera política se desempeñó como diputado, senador y ministro de Economía y del Interior.
Realizó sus estudio universitario en la Universidad Nacional de La Plata, donde se recibió de abogado en 1940. Militante de la Unión Cívica Radical, fue elegido por ese partido senador provincial en 1955, diputado nacional en 1963, 1983, 1985 y 1989 y senador nacional en 1973. En 1964 fue designado por el presidente Arturo Illia como Ministro de Economía, luego de la muerte repentina de Eugenio Blanco, cargo que desempeñó hasta el golpe militar de 1966. Dentro de la Unión Cívica Radical presidió el Comité de la Provincia de Buenos Aires desde 1972 hasta 1983, integrando la Línea Nacional que lideraba Ricardo Balbín. Luego de la muerte de Balbín en 1981, desde la Línea Nacional contribuyó a la candidatura presidencial de Raúl Alfonsín, porque argumentaba que los nuevos tiempos exigían nuevos estilos y dirigentes, todo ello sin que destruyera el partido de Alem e Yrigoyen. Entre 1983 y 1989, fue elegido por sus pares anualmente para ocupar la presidencia de la Cámara de Diputados de la Nación Argentina, desempeñándose con gran cintura política y manteniendo excelentes relaciones con todos los partidos politicos. Por su labor al frente de la Cámara, se lo apodó el maestro.
Estuvo en ese cargo hasta que, en febrero de 1989, tras la renuncia de Juan Vital Sourrouille, pasó a ser Ministro de Economía en una situación de crisis. Desempeñó brevemente su cargo en un contexto hiperinflacionario y luego como Ministro del Interior. Durante su gestión y luego de tomar ciertas medidas tendientes a bajar la inflación, el mercado le respondió con una remarcación en los precios y acuñó una frase que quedó para la historia » Les hablé con el corazón y me respondieron con el bolsillo».

Tenía una oratoria envidiable, plagada de frases contundentes pero también con pinceladas de humor y picardía.

En Tandil se lo recuerda con especial sentimiento, habiendo designado con su nombre una avenida, una escuela y varias dependencias más.
Si habría que definirlo en pocas palabras, fué un dirigente al servicio del partido en todo momento, honrado, hábil políticamente y dueño de una cintura politica que se añora en nuestro partido.